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Cómo usar una cámara de fotos en manual

Cámara réflex en manos de un nómada digital, ideal para tutoriales de fotografía y cine, marketing digital.
Mira, la verdad es que si tiras en automático, yo no te voy a juzgar. Pero si quieres aprender fotografía de verdad, puedes empezar por aquí.

Mira, la verdad es que si tiras en automático, yo no te voy a juzgar. Mucho menos si las fotos que tomas las usas simplemente para ti y para tus redes sociales. El tema es que siendo honestos, no te puedes hacer llamar fotógrafo sólo por tener una cámara y mucho menos sin saber utilizarla en modo M (o sea manual). Te explico. El modo M es para controlar la cantidad de luz que entra al sensor de tu cámara. En A de automático, la cámara lo hace por ti. Y la realidad es que si no sabes controlar la luz, seguramente no sabes mucho de fotografía.

¿Sabías que la etimología de la palabra

fotografía es “pintar con luz”?

Ahora, aprender a controlar la luz es un arte y un proceso que seguramente te llevara un buen tiempo. Sin embargo, aprender a controlar tu cámara, es algo mucho más sencillo de lo que parece. El chiste es perderle el miedo. Puedes comenzar tomando fotos de “naturaleza muerta” y no, no me refiero a la plantita que compraste en el Walmart y se te olvidó regar. La naturaleza muerta, en arte, se entiende como “objetos inanimados”. Frutas, libros, cualquier objeto que tengas en tu casa es bueno para empezar.

Hay varios elementos que se deben “setear” en tu cámara antes de comenzar. Sin embargo, este paso me lo saltaré suponiendo que ya te echaste un clavado en el menú y descubriste que tienes que ponerle la fecha, la hora, seleccionar el tamaño de tus fotos, en qué formato las tomarás, la temperatura, balance de blancos etc. Si no, supongo que con los settings predefinidos estamos ok. No worries. Te escribiré un artículo al respecto. Ámonos a los tres elementos más importantes: El diafragma, el obturador y la sensibilidad ISO. Ya sé que suena en chino.

 

El triángulo de exposición

Así se les llama, “el triángulo de exposición”. Estos tres elementos (diafragma, obturador e ISO) son dependientes el uno del otro. Si mueves uno, muy probablemente vayas a tener que mover otro para encontrar la exposición perfecta.

Pero, ¿qué es la exposición? La exposición es la cantidad de luz que recibe, en este caso, el sensor de imagen para que el resultado sea tu foto bien iluminada. Si le entra demasiada luz, la foto estará “sobre-expuesta”, o coloquialmente se le dice “quemada”. Esto significa que de tanta luz que entró, la imagen o parte de ella, quedó prácticamente blanca. Si le entra poca luz, la foto estará “sub-expuesta”. Esto significa que de tan poca luz, la imagen o parte de ella, quedó muy oscura. Para evitar que se sobre o sub exponga, debemos saber cómo configurar el triángulo de exposición.

 

ISO

El ISO es el valor que define la sensibilidad del sensor a la luz que le entra.

Dependiendo de la cámara que tengas será el máximo nivel de ISO que puedas alcanzar, pero normalmente los valores son: ISO 100, 200, 400, 800, 1600, 3200, 6400. Entre más elevado sea el valor asignado al ISO (800, 1600), se obtendrá mayor sensibilidad y tendremos más luz en nuestra fotografía. Entre menor sea el ISO (100, 200) pues menor sensibilidad, y menos luz.

Lo lógico sería pensar que por ejemplo, si quiero tomar una foto en un lugar poco iluminado, pues subo el ISO al máximo y ¡listo! Pues no. El ISO tiene un gran problema, entre mayor sea el valor asignado, también se le estará restando calidad a la fotografía. Se generan unos “puntitos” en la foto que se llaman “ruido”. El ruido es el resultado de la cámara tratando de capturar la información con poca luz. Entonces, lo ideal es siempre seleccionar el menor ISO posible y tratar de compensar la luz con los otros valores, el obturador y el diafragma.

 

 

mujeres sentadas en una mesa
Photo by Helena Lopes from Pexels
Ruido provocado por el ISO elevado

 

Obturador

El obturador (o shutter en inglés) mide el tiempo que el sensor está expuesto a la luz. Que de hecho este es el responsable del famoso ruido que conocemos de las cámaras. Es una lámina que se mueve al tomar la foto para permitir u obstruir la entrada de luz. Y se mide con tiempo, con fracciones de segundo. 30 segundos, 10 segundos, 5 segundos, 1 segundo, 1/2 segundo, 1/4, 1/8, 1/80, 1/100, 1/8000 de segundo, etc.

El truco del obturador es que además de controlar la entrada de luz, también define cuánto tiempo se está expuesto al movimiento. Ya sea de la cámara o del sujeto a fotografiar. O sea, si quisiera capturar un ave en pleno vuelo, el tiempo de obturador debería ser MUY rápido (1/2000 de segundo p.ej) para que NO se capture el movimiento de las alas y quede como estático. Esto aplica también por ejemplo para fotografía carros que van a velocidades altas o deportes extremos. Vaya, cualquier cosa que sea rápida y necesitemos “congelar”. La rapidez del obturador varía según la rapidez de nuestro objeto.

Si quisiera capturar una calle de noche, y que se vea el movimiento de los autos como caminos de luz, entonces el obturador debe ser MUY lento (30-10 segundos p.ej). Así se le da tiempo a la cámara para capturar todo el camino de la luz. También aplica para fotografiar rayos o dibujar con luces de bengala.

 

 

time lapse fotografía movimiento de la luz
Ejemplo de tiempo lento de obturador (movimiento de la luz) | Photo by Vishal Shah from Pexels
ave volando alas congeladas por el obturador
Ejemplo de tiempo rápido de obturador (alas congeladas). | Photo by Pixabay

 

Yo, que tengo pulso de maraquero, a 1/60, 1/80 ya las fotos me salen movidas. Por eso para tomar una foto normal, yo lo que recomiendo es 1/100.  Sobre todo si no tengo un tripié porque la cámara capta también el movimiento del fotógrafo. Si tú haces yoga y meditas, seguramente tienes mejor equilibrio y estabilidad. Quizás con 1/80 todavía estes a salvo. El chiste es que cheques lo que te funciona a ti.

 

Diafragma

El favorito por excelencia. El diafragma (F-stop en inglés) es el que genera el efecto “borrosito” del fondo que los celulares están tratando de imitar. El diafragma, es el único que no forma parte del cuerpo de la cámara, sino del lente. Como los anteriores, también sirve para controlar la luz. Lo asemejan al iris del ojo humano, que se abre y se cierra para permitir que entre la luz que sea necesaria y se mide con “pasos”. f/1.2, f/1.4, f/2, f/2.8, f/4 f/5.6, f/8, f/11,f/22, etc. Al principio puede ser un poco confuso porque entre más grande sea el valor (f/22) significa que entra menos luz, o sea está más cerrado. Entre menor sea el valor (f/1.2) significa que entra más luz, porque está más abierto. Y al efecto “borrosito”, se le llama profundidad de campo. La profundidad de campo se define según la apertura, entre más abierto, se verá más borroso. Eso significa que tenemos MENOS profundidad de campo, porque no se ve otra cosa más que el objeto enfocado. Entre menor apertura, se verá MÁS profundidad de campo, porque el área de lo que está enfocado será mucho mayor.

 

calle de noche, luces neon y maquinas de venta
Ejemplo de diafragma con profundidad de campo (todo enfocado) | Photo by Aleksandar Pasaric from Pexels
personas de espalda
Ejemplo de poca profundidad de campo (sólo en foco el tatuaje, lo demás se ve borroso) | Photo by Aleksandar Pasaric from Pexels

 

Aquí les dejo un “acordeón” :

 

grafico de ajustes de camara iso, obturador y diafragma
Graphic by Fotoblog Hamburg

 

Ya sé que al principio está todo muy confuso. Yo todavía recuerdo cuándo apenas empecé y por primera vez me explicaron estos términos, no entendí nada. La cagué varias veces hasta que por fin le agarré la onda. El chiste es saber cómo funciona cada uno y pues picarle y picarle y picarle hasta que un día llegues al set, o al lugar cual sea donde vayas a tomar tus fotos. Te pares, mires el ambiente, y ya sepas qué ponerle a la cámara, sin necesidad de tocarla. Sí, suena medio utópico, pero créeme que con practica puedes llegar a ese nivel. Y pues eso es to to to todo amigos. Nos leemos en la próxima entrada.

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